martes, 4 de noviembre de 2014

Ir cerca, también es viajar

Para viajar lejos primero hay que viajar cerca, es ley, no vamos a correr 10 km sin correr primero 1 km. Por eso, en parte de todo este proceso de prepararnos para el GRAN VIAJE, empezamos a entrenarnos como viajeros pero en lo cotidiano, en lo que nos rodea todo los días, en lo que supuestamente conocemos.
No suele pasarles  de tener a tres cuadras un museo y no conocerlo, pero sí conocer el Museo del Oro en Lima? Sucede que el hecho de pensar que siempre va estar ahí, cerca, y que ya voy a ir algún día convierte en una incógnita ese día y termina pasando que nunca fuiste. Después hablas con otras personas que han ido a tu cuidad y conoce más que vos. Entonces para evitar que eso me pase, me propuse recorrer mi ciudad como si me fuere extraña y totalmente nueva. Debo reconocer, sin animo sonar arrogante, que tengo cierto entrenamiento en mirar la ciudad con otros ojos, más atento, sin dejar pasar "detalles" ya que formo parte de un grupo llamado Los Muros Mueren de Pie (www.facebook.com/losmurosmuerendepie o www.losmurosmuerendepie.blogspot.com) en el cual retratamos y contamos historias de lugares abandonados. Sí, esos lugares los cuales nos rodean, pero que están invisibilizados por esta sociedad moderna que desprecia bastante su pasado y que nos lleva acelerados a todos lados, muchas veces sin dejarnos ver en el camino lugares mágicos... y hasta tal vez personas o momentos.
La ciudad en cuestión, que salí a ver nuevamente, no es más que mi querida Mendoza. En la foto de arriba podemos ver uno de sus grandes hitos turísticos como lo es el Cerro La Gloria, monumento al General San Martín (prócer de América) y del ejército Libertador. Cuando llega la noche son pocos los que tienen el placer de verlo iluminado. 
Esos sitios antiguos, esos que parecieran que tienen miles de historias por contar, esas casas en las que han sucedido incontables anécdotas, esa casa de abuelo con su jardín repleto de plantas, esas casas son las que siempre van a llamar mi atención, siempre me van hacer que mi vista se desvié hacía ellas, siempre me van a llevar a soñar con respuestas a todas las preguntas que este simple curioso quisiera hacerles a sus moradores. No hace falta que este esplendida, como es el caso de la foto, pero su hermosura sigue intacta, y esa hermosura aumenta al ver en su fachada la fecha fundación, unos añitos atrás, allá por el 1932.
Una característica de esta Mendoza, que he empezado a notar no hace mucho tiempo, es el aumento del arte urbano, como viene ocurriendo hace mucho tiempo en otras ciudades del mundo. Paredes vacías y afeadas, canales de agua y otros tantos lugares han empezado a lucir grandes obras de arte, las cuales hacen que valga la pena ir lento para apreciarlas en detalle. Considero que una sociedad mejor es una sociedad con sensibilidad de artista, por eso al ver arte en mis calles, siento que vamos en buen camino. Pero no todos pensamos igual, sobre todo nuestros políticos, ya que ellos se han encargado en "regular/prohibir" algunas expresiones... El tema da para un debate largo, así que acá solo lo menciono.
Si estoy seguro de algo que te va sorprender cuando llegues a este ciudad, son sus acequias. Para quien no sepa que son, una acequia es una especie de canal pequeño que transporta el agua y se encuentra a los dos lados de las calles, regando todos los arboles de la ciudad, los cuales también te sorprenderán! vale mencionar que la ciudad de Mendoza se encuentra en una zona desértica, la cual fue transformada en oasis gracias al trabajo del hombre, trabajos realizados ya, desde tiempos de nuestros pueblos originarios. Pero el verde de los árboles y la herencia cultural de pueblos como los Incas, hoy en día son poco valorados. Las personas dejan sus residuos en estas cunetas cual basurero. La foto es una esquina frente a un local de la empresa que se puede ver en el cartel, un tal Mc Donals que poco se preocupa por sus desechos, solo le interesa vender... Entre tantas cosas que se podrían hacer podemos hablar de una ley de residuos, de reciclar, de no tirar pero antes de eso es mucho más simple poner un basurero, pero parece a don Mc no le dan los números para eso. 

Mendoza tiene mucho para ofrecer, todavía conserva ese aire fresco de pueblo, esa siesta silenciosa, esas puertitas viejas que invitan a entrar, las vecinas barriendo, los chicos con guardapolvo, los mates en la puerta pero lo que sobre todo tiene, y es en mi sentir, los años que me forjaron en lo que hoy soy y todas los amigos que en ese camino están y estuvieron. Gracias por seguir sorprendiéndome a la vuelta de la esquina...    

No hay comentarios:

Publicar un comentario