domingo, 29 de junio de 2014

No hay que salir de casa para viajar, basta con abrir el pensamiento.

Gracias a una larga lista de beneficios con los que he contado en mi vida, labor de mis padres y de tantos otros que me han brindado más de lo que pediría, se ha despertado en mi un deseo profundo por conocer, por impregnar mis ojos, mi sensibilidad, mi piel y hasta mis huesos de esta América única e irrepetible.
¿Por qué una afirmación tan contundente sobre América? Porqué en ella encontraremos una tradición aborigen con más de 15 mil años de asentamiento en estas tierras, no por algo son los legítimos dueños; pasaremos por climas fríos, templados y cálidos; iremos de cero a más de cinco mil metros; conoceremos volcanes, quebradas, montañas, cascadas entre otros tantos hitos de nuestro paisaje; pero lo más importante para conocer son las tradiciones, culturas, eso que nos representa, la amabilidad, la solidaridad, el calor de la familia, y esas pequeñas cosas que hacen de este pueblo el elegido para mantener la llama encendida de una mejor humanidad.
Este proceso de crecimiento y deseos personales por vivir en carne propia todo esto comenzó hace 5 años. Hoy, después de dos largos años de investigar, de estudiar y trabajar en pos de este sueño tengo la fecha de inicio de este largo viaje: 27 de diciembre de 2014. No es una fecha casual, sino que busco comenzar el 2015 viajando y continuar así durante todo el año. Es un sueño, nada esta asegurado, pero las buenas energías, el positivismo y el uso de la ley de atracción, sumado a una gran ventaja seguro llevan a cumplirlo... La ventaja es que no voy solo, llego a mi lado al mejor bastón que se puede llevar, la mejor maquina para soñar que todo es posible, la mejor compañía para soportar lo que haga falta, sí, estoy hablando de ella, Elisa, mi compañera.
Faltan seis meses para partir, pero los preparativos ya son constantes y pronto vamos a tener más novedades. De a poco nos vamos a ir conociendo, hay tiempo para ello.
Será hasta la próxima entrada. Un abrazo